Se viste Barrio Mágico de colores, música y luces para celebrar Día de Muertos

Se realizó el Concurso de Catrines y Catrinas, así como las presentaciones de la Comparsa Macabrona del Instituto Ceiba

• Heber Alejo
• Noviembre 01, 2024 - 09:00 p.m.
• TABASCO

Apenas entraba la noche cuando los primeras ´almas´ empezaban a deambular por el Centro Histórico de Villahermosa, y que luego se concentrarían en la Plaza Bicentenario, justo atrás de Palacio de Gobierno.

Y es que el programa del municipio denominado "Celebrando la Eternidad", junto con la iniciativa privada, reunió a decenas de hombres y mujeres de todas las edades, disfrazados para desfilar por las calles.

Estos participaron en las diferentes actividades que se realizaron como: el Concurso de Catrines y Catrinas, así como las presentaciones de la Comparsa Macabrona del Instituto Ceiba, la marimba Tamborichocos, entre otras.

En un ambiente de celebración, en la que los ´vivos y muertos convivían´ los asistentes, imprimieron toda su creatividad en sus caracterizaciones, en las que utilizaron todo tipo de artículos como sombreros, alas, penachos, máscaras, diademas decoradas, entre otros para representar personas de diferentes épocas. 

El concurso lo ganó Monserrat Madrigal Pardo, con una caracterización de la película El Libro de la Vida.

Salvador Samperio Aguilar, vicepresidente de la Asociación Ciudadana del Centro Histórico explicó que este año se superó la expectativa y la asistencia del año pasado.

Destacó que en esta edición participaron los comercios, en un 70 al 80 por ciento de los más de 900 establecimientos de la zona.

Además, refirió que esto es el arranque de una temporada de eventos importantes para el fin de año y también significa el arranque del trienio, ya que hay buena relación entre el gobierno municipal y la iniciativa privada del Centro Histórico. 

Así fue como habitantes de Centro, con un festival lleno de luces, colores y música, celebraron el Día de Muertos, una tradición para recordar y hasta, como se cree, convivir con quienes ya no están para verlos, sentirlos o escucharlos, pero que desde muy lejos vienen para visitarnos.