No nos den pescado, enséñennos a pescar: Ángel Priego González, persona con discapacidad visual

Sueña con tener su propio consultorio

No nos den pescado, enséñennos a pescar: Ángel Priego González, persona con discapacidad visual

Ángel Salvador Priego González, es una persona que nació con discapacidad visual y que actualmente se dedica al servicio de masajes y quiropraxia en el parque La Choca los siete días de la semana, aunque en diferentes horarios.

En entrevista para Telereportaje, indicó que él es originario de Aquiles Serdán, Macuspana, y a sus 14 años emigró a Villahermosa, por cuestiones laborales de sus padres.

En este sentido, refirió que su infancia fue difícil, e incluso, tuvo problemas emocionales, debido a las burlas que sufría por su condición.

"Creo que el ser integrado a la sociedad, no había oportunidades, no nos aceptaban en las escuelas, la parte rehabilitatoria, el señalamiento con el dedo de las personas, que dicen: ese no ve, ese cieguito, muchos motes que nos ponen, y de pronto hay esa confusión que creen que no los escuchamos, y en realidad sí los escuchamos, y eso sí te llega a golpear emocionalmente", comentó.

Con el paso del tiempo superó cada una de las burlas y empezó a ser una persona económicamente activa, al recordar que trabajó como "cerillito" en abarroteras, y hasta tuvo un programa de radio llamado "Orientación sin barreras" durante 10 años en Corat.

Refirió que le tiene amor al trabajo debido a que sus padres le enseñaron a desempeñarse en el mundo laboral, y eso lo llevó a que desde el 2017 brinde el servicio de masajes y quiropraxia.

"Ya desde muy chico traía esa noción, y luego empecé a estudiar cursos en el (Servicio) Estatal de Empleo, en otras instituciones, hoy en día estoy terminando mi certificación de quiropraxia en un instituto en Villahermosa y nos dedicamos a trabajar sobre esto", narró.

Agregó que de lunes a viernes en las mañanas hace servicio a domicilio y por las tardes, de 4 a 10 de la noche, se encuentra en el parque La Choca; mientras que los fines de semana está de 7 de la mañana a las 13:00 horas.

Apuntó que al principio fue difícil emprender en este mundo de los masajes, en primera, por su condición física, y en segunda, por la falta de cultura para este servicio.

"Pues un poco complicada, porque no hay la cultura de personas con discapacidad, y mucho menos no hay la cultura de darnos empleos, de darnos trabajo, entonces sí ha sido un poco complicada, no hay la cultura de la prevención, el masaje es prevención antes de una patología, y no hay esa cultura", dijo.

Priego González, quien sueña con tener su propio consultorio, pidió tanto al gobierno como a las personas, no ver a una persona con discapacidad como "algo de admiración", sino que les enseñen a pescar para desempeñarse en el mundo laboral.

"Pues que haya más oportunidades para todas las personas, no somos personas admirables, no somos símbolos de otras, sólo somos personas comunes que pedimos espacios. Yo creo que todo ser humano está en la condición de cualquier momento sufrir una discapacidad. Nosotros siempre pedimos que no nos den el pescado, que nos enseñen a pescar y que nos den la oportunidad de pescar", señaló.