No deben tomarse en cuenta religión y moral en asuntos como el aborto: escritora tabasqueña Itzel Mayans

Sugiere una serie de planteamientos que deben tomarse en cuenta en la discusión pública para que se aborden temas desde la razón

No deben tomarse en cuenta religión y moral en asuntos como el aborto: escritora tabasqueña Itzel Mayans

La doctora en filosofía, Itzel Mayans Hermida, planteó que durante las discusiones de asuntos públicos, como el aborto, no deben tomarse en cuenta aspectos religiosos ni de moral conservadora.

En la presentación de su libro, "La Controversia del aborto, desde la perspectiva de la razón publica", en el marco de la Feria Internacional del Libro de la UJAT, la escritora tabasqueña refirió que muchas veces no existe una división real de lo que es el estado laico.

"Porque a veces creemos que la laicidad nos garantiza la separación de Estado e iglesia y con eso es suficiente para preservar la libertad de creencia, y pues no es del todo cierto", expuso.

La autora advierte que la religión ha adoptado el discurso en defensa de los derechos, pero para plantear sus ideas, lo que calificó como algo astuto del pensamiento conservador.

"Esa es una estrategia muy inteligente, muy perspicaz pero que están recurriendo a discursos no nada más pro-vida, sino los discursos conservadores en un espectro muy amplio de discusiones", afirmó.

Por ello, Mayans Hermida sugiere una serie de planteamientos que deben tomarse en cuenta en la discusión pública para que se aborden temas desde la razón; uno de ellos es evitar los aspectos religiosos.

"Tienen que salir de la discusión pública de antemano aquellos argumentos que tengan contenido religioso, pero no nada más que tengan contenido religioso formulados en términos de religión, es decir, cuando alguien dice: abortar es pecado o que el alma entra en el cuerpo humano desde el momento de la concepción, eso es recuperar un lenguaje religioso", apuntó.

También deben quedar fuera afirmaciones falsas, de situaciones sin sustento científico o improbables como argumentos para plantear una idea.

"También deben de quedar fuera de la discusión publica consideraciones empíricamente falsas, altamente improbables o indemostrables, es decir, la razón pública no nada más implica pelearse con las religiones o contradicciones filosóficas sino implica además establecer el tipo de discusión y de evidencia concreta en la cual podemos basarnos para realmente determinar que un argumento puede pasar como lo suficientemente público", expuso.

En ese sentido, debe admitirse todo planteamiento cuyas evidencias sean comprobables y evitarse aquellas que son solo suposiciones.

"También debemos aspirar a que haya un estándar de justificación y de evidencia. Qué evidencia es la pertinente para determinar si un feto desde la concepción es una persona, qué tipo de evidencia nos va a permitir eso, recurrir simplemente a la religión o además de eso determinar cuándo por ejemplo el feto tiene actividad neuronal o tiene además sistema nervioso central, es decir, con base en qué evidencia vamos a determinar que el feto tiene intereses", señaló.

Asimismo, rechazó que en la discusión de asuntos públicos se hagan señalamientos fundados en prejuicios de roles sociales, principalmente el de la mujer.

"No se vale tampoco introducir en la discusión pública consideraciones fundadas en prejuicios, o sea, no se vale decir que las mujeres las mujeres tienen intereses, por ejemplo, pero no pueden decidir transgredir la maternidad como un bien social impostergable, tenemos que partir de la igualdad del estatus ciudadano", acotó.

Es así como expuso que, en contraparte, debe explicarse a la sociedad con bases científicas la intención de aprobar algún planteamiento, para que vean y tomen sus propias conclusiones, sin la pretensión religiosa, pues puso como ejemplo el uso del condón como método anticonceptivo y de prevención de enfermedades.

"Cuando se discutía por qué el condón debía ser un método indispensable para evitar el contagio de enfermedades de transmisión sexual, había un fundamento científico y una vez que nos explican cuál es el fundamento científico de cómo funciona el condón ya podemos los ciudadanos entender por qué sí es confiable", añadió.

Itzel Mayans también expuso que las decisiones que se deben tomar en el país deben ser afines al marco democrático que se aspira.

"Estar basados en los lenguajes de los valores políticos afines a las democracias constitucional, o sea, que los argumentos se basen en ver cómo se va a resolver la atención entre los derechos reproductivos y proteger la vida en gestación, porque no digo que la gestación sea un valor importante, solo digo que es irrazonable colocar su defensa ultranza desde el momento de la concepción", manifestó.

Asimismo, deben articularse valores políticos, pues en el caso de las adolescentes que quedan embarazadas víctimas de una agresión sexual, no deben interrumpir sus proyectos de vida por la maternidad.

"En las discusiones publicas tienen que articular valores políticos, como la protección de los derechos reproductivos pero lo que yo digo que todos los argumentos públicos no pueden pasar por alto la relevancia de los derechos reproductivos de las mujeres o sea, ninguno puede desconocer la relevancia que tiene para las mujeres poder optar por desarrollar el rol social de la maternidad", indicó.

Finalmente, la filósofa concluyó explicando que la intención de su libro es que los servidores públicos tomen en cuenta los fundamentos de razonamiento general para el bien de la población.

"Mi pretensión es un poco que los servidores públicos, por ejemplo los ministros de la Corte, los diputados en las legislaturas locales, en la legislatura federal, etcétera, pudiesen tomar en cuenta estas metodologías para determinar cuál es el ámbito de legitimidad de cada argumento y por qué es problemático recurrir a cierto tipo de argumentos cuando nuestra pretensión es hacer prevalecer la razón pública", concluyó.

Short Link: https://is.gd/qBjGw5