Implora Papa por la paz en bendición Urbi et Orbi

El sumo pontífice se dirigió a los más de 70 mil feligreses

Implora Papa por la paz en bendición Urbi et Orbi

El Papa Francisco dirigió este lunes 25 de diciembre el tradicional mensaje de Navidad así como la bendición "Urbi et Orbi", donde imploró por la paz en todos los países en conflicto.

Desde el balcón central de la basílica de San Pedro, el sumo pontífice se dirigió a los más de 70 mil feligreses y peregrinos que se congregaron en el Vaticano para recibir la indulgencia plenaria, que se concede dos veces al año, en pascua y en la natividad, pero en marzo de 2020 se dio uno especial para pedir por el fin de la pandemia por Covid-19.

El jerarca de la iglesia católica recordó las matanzas de inocentes, principalmente de niños a causa de abortos, guerras y migración.

"En la Escritura, al Príncipe de la paz se le opone el Príncipe de este mundo que, sembrando muerte, actúa en contra del Señor, que ama la vida. Lo vemos obrar en Belén cuando, después del nacimiento del Salvador, sucede la matanza de los inocentes. Cuántas matanzas de inocentes en el mundo: en el vientre materno, en las rutas de los desesperados que buscan esperanza, en las vidas de tantos niños cuya infancia está devastada por la guerra. Estos niños cuya infancia ha sido devastada por la guerra, por las guerras, son los pequeños Jesús de hoy", expresó.

En ese sentido, el obispo de Roma hizo un llamado para decir no a las guerras, pues reiteró que los conflictos bélicos son una derrota para la humanidad donde no hay ganadores, sino muerte y devastación.

"Decir no a la guerra, a toda guerra, a la misma lógica de la guerra, un viaje sin meta, una derrota sin vencedores, una locura sin excusas. Esto es la guerra, un viaje sin meta, una derrota sin vencedores, una locura sin excusas. Pero para decir no a la guerra es necesario decir no a las armas. Porque si el hombre, cuyo corazón es inestable y está herido, encuentra instrumentos de muerte entre sus manos, antes o después los usará. ¿Y cómo se puede hablar de paz si la producción, la venta y el comercio de armas aumentan?", manifestó.

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El Papa cuestionó las inversiones millonarias que se hacen en el ocultamiento para el incremento de la fabricación de armas y no para atender causas como el hambre.

"Hoy, como en el tiempo de Herodes, las intrigas del mal, que se oponen a la luz divina, se mueven a la sombra de la hipocresía y del ocultamiento. ¡Cuántas masacres debidas a las armas ocurren en un silencio ensordecedor, a escondidas de todos! La gente, que no quiere armas sino pan, que le cuesta seguir adelante y pide paz, ignora cuántos fondos públicos se destinan a los armamentos. ¡Y, sin embargo, deberían saberlo! Que se hable sobre esto, que se escriba sobre esto, para que se conozcan los intereses y los beneficios que mueven los hilos de las guerras", aseveró.

El sumo pontífice dirigió sus oraciones para que se alcance la paz en naciones como Siria, Yemen, Líbano, Armenia, Azerbaiyán, Sael, el Cuerno de África, Sudán, Camerún, la República Democrática del Congo, Sudán del Sur y en la península coreana.

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Asimismo, Francisco pidió en particular por la paz en Palestina e Israel.

"Que llegue en Israel y Palestina, donde la guerra sacude la vida de esas poblaciones; abrazo a ambas, en particular a las comunidades cristianas de Gaza —la parroquia de Gaza— y de toda Tierra Santa. Llevo en el corazón el dolor por las víctimas del execrable ataque del pasado 7 de octubre y renuevo un llamamiento apremiante para la liberación de quienes aún están retenidos como rehenes. Suplico que cesen las operaciones militares, con sus dramáticas consecuencias de víctimas civiles inocentes, y que se remedie la desesperada situación humanitaria permitiendo la llegada de ayuda. Que no se siga alimentando la violencia y el odio, sino que se encuentre una solución a la cuestión palestina, por medio de un diálogo sincero y perseverante entre las partes, sostenido por una fuerte voluntad política y el apoyo de la comunidad internacional. Hermanos y hermanas, recemos por la paz en Palestina y en Israel", mencionó.

Aunado a ello, el Papa renovó su llamamiento para que se dé el cese al fuego en Ucrania, que está próximo a cumplir dos años de conflicto bélico con Rusia.

"Con los ojos fijos en el Niño Jesús imploro la paz para Ucrania. Renovemos nuestra cercanía espiritual y humana a su martirizado pueblo, para que a través del sostén de cada uno de nosotros sienta el amor de Dios en lo concreto", exclamó.

 

Finalmente, el jerarca de la iglesia católica dirigió su mirada a las situaciones que se viven en América, donde el principal problema es la migración.

"El Hijo de Dios, que se hizo un Niño humilde, inspire a las autoridades políticas y a todas las personas de buena voluntad del continente americano, para hallar soluciones idóneas que lleven a superar las disensiones sociales y políticas, a luchar contra las formas de pobreza que ofenden la dignidad de las personas, a resolver las desigualdades y a afrontar el doloroso fenómeno de las migraciones. Desde el pesebre, el Niño nos pide que seamos voz de los que no tienen voz: voz de los inocentes, muertos por falta de agua y de pan; voz de los que no logran encontrar trabajo o lo han perdido; voz de los que se ven obligados a huir de la propia patria en busca de un futuro mejor, arriesgando la vida en viajes extenuantes y a merced de traficantes sin escrúpulos", manifestó.

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La ceremonia estuvo acompañada con himnos de honor a cargo de la Guardia Suiza Pontificia y un batallón de las Fuerzas Armadas de Italia.

Entre los asistentes se observaron banderas de todo el mundo, pero sobresalían las de México.

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