Deseamos que tregua entre grupos criminales sea "infinita": Obispo de Chilpancingo

Afirma que la oración "toca y mueve" y que gracias a ello ha existido y se ha mantenido la tregua

Deseamos que tregua entre grupos criminales sea infinita: Obispo de Chilpancingo

El obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González Hernández, pidió a los feligreses rezar para que la tregua entre los grupos criminales que operan en Guerrero sea "infinita".

Durante la misa de Domingo de Ramos, aseguró que, desde el Miércoles de Ceniza, se vive "algo diferente" y las personas están contentas en localidades como Iguala, Taxco y la sierra guerrerense, donde hubo "mucha muerte y muchas balas", e incluso se hablaba de "guerra".

El párroco afirmó que la oración "toca y mueve" y que gracias a ello ha existido y se ha mantenido la tregua. Invitó a seguir rezando para que se arreglen los conflictos de una manera humana y fraterna.

"Se vive desde Miércoles de Ceniza algo diferente y nos quedamos admirados aquí Iguala, en Taxco, en la sierra, contentos, contentos, ustedes contentos, las familias contentas, allí donde ha habido mucha muerte y muchas balas y muchos sustos están agradeciéndonos, pues agradecer a Dios por la oración que toca y mueve. Están felices por acá en la sierra por allí donde estaban los combates, hasta se hablaba de guerra, de guerra, qué feo, todavía de guerra, pero ha habido esa tregua y gracias a la oración se ha mantenido. Sigamos rezando, estamos rezando para que se atreva sea infinita, que siga siempre, que nos arreglemos de una manera humana, fraterna, nuestros asuntos, nuestros conflictos los resolvamos como hermanos", expresó. 

Citado por medios locales al término de la misa, el obispo aclaró que no hay un diálogo entre la Iglesia y los grupos del crimen organizado, sin embargo, reiteró que con las oraciones "seguramente ellos (los líderes) se han estado poniendo de acuerdo" para mantener la paz.

Es de recordar que, semanas atrás, en la misa de Miércoles de Ceniza, el sacerdote anunció que junto con los otros tres obispos de Guerrero habían intentado establecer una tregua entre los líderes de la Familia Michoacana y Los Tlacos, lo que causó polémica.