"Ya es mucha la sangre derramada", lamenta Diócesis de Zamora tras novenario de Carlos Manzo

Acusó que hay complicidades de los gobiernos y omisiones de las autoridades

• Andrés Olmos
• Noviembre 12, 2025 - 08:45 p.m.
• NACIONAL

En el marco del fin del novenario en memoria del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, la Diócesis de Zamora, Michoacán, celebró una misa por la paz y la justicia en el Santuario Diocesano de Nuestra Señora de Guadalupe.

Frente a miles de feligreses, el padre Jesús Valencia Álvarez, durante la homilía, lanzó un contundente llamado "en nombre de Dios", para un cese a la violencia, tras señalar que, con el asesinato de este edil, "ya es mucha la sangre derramada y el dolor".

"Una sociedad, un pueblo, familias que deseamos un mejor vivir. Ya es mucha la sangre derramada, ya es mucho el dolor del pueblo mexicano, se tocó el límite del sometimiento descarado e inhumano en nuestro amado Michoacán. Pero estamos aquí, no para sumarnos a una opinión más ni mucho menos a incitar a la violencia, al desquite, a la venganza, pero sí para proclamar valiente desde nuestra fe, el Dios de la vida, la firme esperanza en un México mejor. Sí, para proclamar que deseamos la paz con base a la justicia", refirió.

Agregó, ante otros sacerdotes que concelebraron esta misa, que, a pesar de las circunstancias que tienen a un "México herido", Dios camina y está presente con su pueblo.

"El Dios en el que creemos no es un Dios ajeno al ser humano, ni la historia es un escenario de acontecimientos que se desarrollan al margen del plan de Dios. Todo lo que se hace feliz o infeliz al ser humano tiene que ver con la salvación de Dios, el centro de nuestra vida, de hecho, esa es la primera certeza creyente del pueblo de Israel, que confiese el Señor como Emanuel. Dios con nosotros, está con nosotros en esta noche. Dios camina con su pueblo por esta convicción es que realizamos esta memoria del doloroso presente que vivimos", dijo.

De igual forma, acusó que hay complicidades de los gobiernos, omisiones de las autoridades y el silencio de los ciudadanos, frente a la "tragedia que vive el país".